Mis libros >> Aproximación al Recuerdo >> 11

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51. NUESTROS PROFESORES


Si señor, lo digo yo y lo que yo diga en esta líneas va a misa, tuvimos unos excelentes profesores salvo muy contadas y rarísimas excepciones, Sevilla y su Universidad Laboral tenía los mejores profesores que se podía tener en aquella época, el que mas y el que menos ostentaba el título de catedrático, ciertamente con casi todos ellos era un honor el asistir a clase, un orgullo decir en la actualidad que fuimos alumnos de D.Fulano o D.Mengano.

Por sus aulas y clases pasaron estos profesores que eran el andamio, el esqueleto de todo el tinglado universitario, aquellos que dieron lo mejor de su docencia y sabiduría en la preparación de miles de jóvenes y que ejercieron la gran responsabilidad de prepararlos para su mejor desenvolvimiento en la jungla de la vida, ellos eran en realidad el motor que hacía que funcionara el Centro, para eso habíamos ido allí, a estudiar y no a otra cosa, y a fe que lo consiguieron, sin duda alguna, otra cosa es que luego, repito, en la jungla, en la selva del mundo laboral hayamos tenido cabida o no, eso es harina de otro costal, pero preparados técnicamente si salíamos, eso seguro.

Ahora trataré de reflejar de alguno de ellos, sus anécdotas, su pintoresca personalidad, sus manías, pero sin guasa ninguna, con un profundo respeto y consideración y si a alguno de ellos lo nombro con un apelativo que en aquellos tiempos le pusieron o le pusimos, no está en mi ánimo ni mucho menos el hacerlo con chanza o mofa, sería muy grosero por mi parte, aunque seguro que ellos no me van a leer, pero no sería honesto por mí, lo hago con todo el cariño y admiración posible.

En primer lugar, como no, un recuerdo afectuoso para D.Guillermo García Ramos, nuestro querido profesor de Química en todos los cursos, admirado y querido profesor, un padre para todos nosotros como ya he comentado en algún capítulo anterior de este libro, un abrazo muy fuerte D.Guillermo nunca lo olvidaremos, también desde aquí no puedo olvidar a D.Manuel Sánchez Ramade el profesor de Tecnología Química y que seguro se acordará sin duda alguna de su aula de "Químicos", buen profesor y mas que buen profesor "amigo nuestro", con su gracioso acento andaluz y del que me suena en mis oídos la frase que a menudo pronunciaba "callaroz, mañana ezamen", un abrazo D. Manuel iré a visitarlo a su Bodegón Torre del Oro.

Siento haber olvidado el nombre del profesor de Laboratorio Sr. Brieva, pero guardo un agradable recuerdo de él, que gran persona era, y también a los profesores de la misma asignatura Sr. Angulo (casualidad con mi apellido).

Otro buen profesor aunque la verdad no las hizo pasar muy putas fue D. Rodrigo Cota Galán, pequeño de estatura el hombre, pero joder lo que nos hacía estudiar, cuantas noches nos hizo pasarlas enteras estudiando, aquel pequeño libro de ensayos de Laboratorio, que aun conservo, los cuales teníamos que aprender de memoria, un saludo Sr. Cota aunque ya digo no las hizo pasar mal.

Con otro profesor que también las pasamos canutas fue el profesor de Dibujo D. Manuel Ardillas Ramos, al que llamaban y llamamos "Picota" por su nariz un poco larga, joder como calificaba el tío, para tener un cinco en una lámina había que ser un virtuoso delineante, pero puedo asegurar que en ese curso de segundo de oficialía fue cuando aprendí a dibujar, de eso estoy seguro y para satisfacción de ese profesor aunque él nunca lo sepa, en el salón comedor de mi vivienda tengo sus láminas enmarcadas como si de un buen cuadro se tratara, con su firma diminuta en una esquina y que las firmaba para que nadie las pudiera repetir, que jodío que era. Hace dos años y con ocasión de una visita a la Universidad tuve la suerte y la satisfacción de estar con él, quien lo iba a suponer, me trató maravillosamente, hasta me fotocopió todo mi expediente que se guardaba en los archivos, le quedo muy agradecido Sr. Aradillas.

Recordaré ahora a D. Serafín Márquez Pérez, profesor de Matemáticas, aun le creo ver con su cara seria, muy seria, tan seria como la asignatura que impartía y siempre con su chaqueta de color amarillo pardo y con sus bolsillos llenos de pañuelos perfectamente planchados y que sacaba lentamente varias veces en la clase, los desplegaba y usaba enérgicamente y con gran parsimonia volvía a plegar y otra vez al bolsillo, todo un ritual.

Otra grato recuerdo corresponde también al profesor de Matemáticas, al profesor con el que cada clase era una gozada, era empezar a reír y a pasárselo bien y estar una hora riendo con las chorradas graciosas que salían de su boca, este era D. Jaime Yague, todo un tipo de profesor, tuvo golpes de mucha categoría, como aquel día que a un alumno se le rompió una tiza en la pizarra rascando con la uña la misma, a todos nos dio dentera se nos revolvió la tripa, pues este profesor haciendo toda clase de muecas graciosas y aspavientos, tapándose los ojos, la cara, la cabeza, exclamó "que se repita", genial, de verdad genial.

Y aquel profesor de Literatura, el cura salesiano al que llamábamos Ringo y no sé la razón, y que como veía tan poco y usaba para poner las notas un lapicero diminuto, tus calificaciones se las ponía siempre al que te precedía en la lista por arriba o por abajo, así que no dependías de ti sino de los aciertos del que tenías orilla en la lista de notas, la cosa tenía su guasa.

Otra gran profesor, magnífico diría yo y a pesar de su defecto al hablar con la "y" era D. José (no recuerdo el apellido) y al que llamábamos cariñosamente "Conde y Pepe" y que nos daba la asignatura de "Seguridad e Higiene en el Trabajo" y del que me acuerdo del que con ocasión de un buen corte de pelo que se hizo un alumno, le dijo "vaya corte y de pelo y que te has hecho", a pesar de ese defecto decían que era el mejor abogado de Sevilla.

Un recuerdo muy especial a D. Antonio Milla, profesor de Dibujo y magnífica persona, del que me acuerdo también que una vez estuve visitando una exposición suya de pintura en Sevilla. asimismo otro recuerdo para los profesores de Dibujo, D. Mario González Monsalve, D. José Jerez y D. Antonio de la Ossa, otro saludo a los profesores de Gimnasia sobre todo a D. Manuel el "Blume", con el que pasé muy buenos momentos porque me gustaba muchísimo el deporte.

Otro saludo afectuoso al profesor de Matemáticas D. Manuel Espejo y a su hermano D. Antonio Espejo, a este último al que los exámenes se los entregábamos cuando ya la clase había terminado por el pasillo central, claro así lógicamente aprobábamos todos.

Por cierto y aunque no lo llegamos a tener nunca de profesor, por allí paso D.Alfonso Guerra en las especialidad de Dibujo y que nos realizó varias sustituciones, quien iba a pensar que pasado el tiempo sería tan famoso político.

Un abrazo a todos, los que he nombrado y a los que no, estoy muy orgulloso de haberos tenido, de haber contribuido en mi formación, siempre seré vuestro alumno, os debo todo lo que soy, quedo muy agradecido.

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